Los Dogón son un grupo étnico que vive en la región central de Malí, país del África Occidental, al sudoeste del río Níger, fronterizo con el Sahara. Su población está estimada entre 400.000 y 800.000 personas. Los dogones son especialmente conocidos por sus tradiciones religiosas, sus bailes con máscaras, su escultura de madera y su arquitectura. (Wikipedia. La Enciclopedia Libre. Los Dogón http://es.wikipedia.org/wiki/Dog%C3%B3n).
Según la tradición del pueblo Dogón, hace cerca de 600 o 1000 años (depende de la fuente), llegó hasta la zona de la meseta de Youga Dogurou a plena luz del día, una estrella muy brillante a la que llamaron “ie-pelu-tolo”: la estrella de la décima luna. Este objeto estaba cubierto por una luz muy rojiza que ellos relacionaron con la sangre. Luego de esta gran estrella salió una segunda que giraba sobre sí misma, tenía gran tamaño y emitía un ruido ensordecedor. Lo curioso es que al llegar a tierra, esta estrella ya no tenía forma circular, si no que parecía una gran cesta o pirámide de base cuadrada, y en cada una de sus caras se abría una escalera de seis peldaños. Su color cambiaba de rojo a blanco brillante. La gente –según narran los dogones- salió corriendo ya que el aterrizaje de esa “arca” había generado mucho temor en ellos. (Camilo Valdivieso. El Misterio de los Dogones. http://www.aforteanosla.com.ar/Colaboraciones/chile/articulos/valdivieso%20dogon.htm)
De ie-pelu-tolo habrían bajado ocho Nommos “di-tigi” que poseían cuerpo de pez, aunque algunas tradiciones mencionan algunas características de serpiente. Poseían 40 dientes muy afilados, lo que explica porque antiguamente los dogones se los afilaban. Los describen como seres anfibios con más forma de pez que humana. Esto establece inquietantes paralelismos con la leyenda sumeria de los Oannes, semidioses mitad pez mitad humano, que son referenciados en las culturas sumeria, caldea y babilonia. Según el mito sumerio, los Oannes tenían forma de pez mezclada con la del hombre y le dieron el conocimiento al hombre a través de su mente. Aparentemente el contacto con estos seres que supuestamente eran sagrados, generó un acercamiento del pueblo dogon, con una gran cantidad de conocimiento del universo, el cuál hasta nuestros días no puede ser explicado desde una perspectiva científica tradicional.
dios pez Oannes sumerio y persa |
Los Dogones describían a los dioses Nommos como hombres serpiente o hombres pez de la siguiente manera: “Ellos eran de color verde, mitad humano y mitad serpiente. De la cabeza al lomo ellos eran humanos: por debajo ellos eran serpientes. Sus ojos rojos estaban ampliamente abiertos como ojos humanos, y sus lenguas estaban ahorquilladas como las de las serpientes. Sus brazos eran flexibles y no tenían articulaciones. Sus cuerpos eran verdes y resbalosos por arriba, brillantes como la superficie del agua, y cubiertos de pelo verde corto, un presagio de la vegetación y la germinación.” Ogotemmeli, anciano sabio Dogón.
Solo hasta 1931 el antropólogo francés
Marcel Griaule visitó por primera vez a esta tribu, descubriendo que en sus
tradiciones más sagradas y secretas se hablaba de una estrella compañera de
Sirio, a la que llamaban Po Tolo (Sirio B), y de la que sabían que tarda cincuenta años
en completar una órbita en torno a ésta y que, además, es extraordinariamente
densa, lo que es rigurosamente cierto. Por si esto fuera poco, los dogones
sabían de la existencia una tercera estrella a la que llaman Emme Ya (y que
corresponde a la recién descubierta Sirio C-1995), de la que dicen es "cuatro
veces más ligera que Po Tolo", aunque tarda el mismo tiempo que ésta en
completar su órbita alrededor de Sirio A.
Aquellos conocimientos, que Griaule completó quince años más tarde con otras
investigaciones de campo que realizó junto a la etnóloga Cermaine Dieterlen,
fueron considerados en principio pura mitología; pero aún con todo, en medios
académicos, escépticos como E.C. Krupp, director del Observatorio Criffith de
Los Ángeles y uno de los más reconocidos especialistas mundiales en
arqueoastronomía, reconocieron que - además de su conocimiento sobre Sirio -
era difícil explicar cómo conocían también los anillos de Saturno o las cuatro
lunas galileas de Júpiter, descubiertas por Galileo Galilei gracias a su
primer telescopio, siglos después de que los dogones supiesen de ellas. Curiosamente estos planetas, también son descritos con amplio detalle por los antiguos sumerios, cuando narran las crónicas de los viajes de los annunakis, "los que descendieron a la Tierra de los cielos".
Según la creencia Dogón, los Nommos habían bajado a la Tierra para evangelizar
al pueblo, ayudándolos y enseñándoles técnicas para cultivar la sabana, para
pescar, además de preparar cerveza y hacer más simple el brote de frutos de los
árboles. Sin embargo, hay informaciones que presentan a los Nommos como asesinos
y come-hombres, no como maestros de buena voluntad, incluso se cree que fueron cientos los
dogones que perecieron y fueron comidos por esta raza hombre-pez que venía del
espacio.
Los Nommos afirmaban que ellos provenían de la estrella Sirio. “Sigi
Tolo” es el nombre que le daban al cuerpo más brillante del firmamento y según
estos seres era la estrella de la fundación. Lo curioso es que no la
presentaban sola, ya que aseguraban que era triple, es decir eran tres
estrellas alejadas unas de otras. La astronomía en esa época no tenía noción de
una segunda estrella en Sirio, y menos de una tercera. Recién en el año 1995
los franceses Diventy y Benest descubrieron un tercer cuerpo en el sistema de
Sirio. Según los dogones los hombres peces les hablaron de Sirio B como “po
tolo” y afirmaron que era un estrella pequeña pero de una masa muy pesada
llamada “sagala”.
Por primera vez, en el año 1.862, el astrónomo americano
Alvan Clark logró ver en la estrella de Sirio, que no era sólo una, sino dos
estrellas. Con un objetivo de 47 cm. de diámetro pudo distinguir a la que fue
conocida desde ese mismo momento como Sirio B. Hoy se sabe que este cuerpo es
una enana blanca muy inferior en tamaño a Sirio y en el que un metro cúbico
puede llegar a pesar más de setenta mil toneladas. Luego está la estrella Sirio
C, a la que conocen como “Emme ya” y sería cuatro veces más liviana que Sirio B,
tendría un satélite girando a su alrededor al que llaman “nyan tolo”: la
estrella de las mujeres. Ellos creían que la órbita de esta estrella sobre Sirio A, era de 50 años, lo que coincide con la fiesta
del “Sigui”, la que se celebra para recordar la llegada de los dioses de
Sirio (según los cálculos oficiales actuales, esta órbita es de 50,040 años).
Además los dogones sabían de la estructura espiral de la vía láctea, y
manifiestan que existen más de mil millones de sistemas solares igual al
nuestro en el universo. También conocían hace muchos siglos a Júpiter y sus
cuatro satélites interiores, y la disposición de Saturno y sus anillos. Incluso hablan con mucha
autoridad de la Luna, presentándola como un astro muerto a diferencia del Sol
que es la manifestación más importante de vida en nuestro sistema. Plantean que
nuestro sistema no tiene nueve planetas, si no que once, además de la
existencia de un solo dios omnipresente al cuál llaman “amma”. También sabían que los planetas describen órbitas elípticas alrededor del Sol, teoría que sólo fue aceptada por la astronomía occidental a partir de Kepler, en el siglo XVII.
En 1970 Cenevieve Calame-Griaule publicó en un libro que tituló Génesis Negro,
algunas de las notas que su padre Marcel no se atrevió a dar a la luz. En ellas
se describía como los dogones creían en un dios hacedor del Universo al que
llaman Amma, que mandó a nuestro planeta a un dios menor, al que conocen como
Nommo, para que sembrara la vida aquí. ..."Nommo descendió a la Tierra
y trajo semillas de plantas - describe una de las tradiciones
recogidas por Griaule de boca de un dogón llamado Ogotemmeli -, que
habían ya crecido en campos celestes..." y agrega; "Después
de crear la Tierra, las plantas y los animales, Nommo creó a la primera pareja
de humanos, de los que más tarde surgirían ocho ancestros humanos, que vivieron
hasta edades increíbles".
En la actualidad los Dogón aun realizan ceremonias en honor al dios amma y a
los nommos, las festividades del “Sigui”. Utilizan mascaras de madera que datan
de hace miles de años, cuando según la tradición, se originó esta festividad. La fiesta Sigui es una
ceremonia en la que participan todos los hombres. Es un acontecimiento cíclico
que va de aldea en aldea. Durante estas procesiones, las máscaras, las danzas y
a veces las palabras cuentan una historia en siete episodios. De acuerdo a
Germaine Dieterlen, la fiesta Sigui es un relato cosmogónico: “Es el recuerdo
del invento de la lengua y, por lo tanto, el invento de la muerte.”
Máscaras rituales y ceremonia "sigui". Hay constancia de que estos rituales se realizan, por lo menos hace 700 años |
Además de los dogones, otros pueblos vecinos como los Bambara, los Bozo de Segu
y los Miniaka de Kutiala, comparten desde tiempos inmemoriales idénticos
conocimientos sobre Sirio, en torno a cuyo sistema gira buena parte de la vida
ritual de estas gentes. Cada cincuenta años, por ejemplo, y cumpliendo
estrictamente con el "ciclo u órbita de Sirio B alrededor de Sirio A,
estas tribus celebran sus ritos de renovación a los que llaman Fiestas Sigui,
en honor a Sigui Tolo que es como conocen a Sirio A. Es entonces cuando
elaboran complejas máscaras de madera para celebrar la entrada del nuevo ciclo,
que después almacenan en un lugar sagrado y donde los arqueólogos han podido
encontrar piezas que datan, al menos, del siglo XV.
Los conocimientos de los Dogones no solo abarcan el cosmos, sino también avanzada información sobre medicina y una sana estructura social. Esto lo descubrimos hace relativamente poco, cuando un grupo de la Universidad de Harvard, analizó algunos pictogramas que resguardaban celosamente los Dogones en sus lugares sagrados. En los pictogramas se representa detalladamente nuestro sistema solar, la circulación de la sangre en el cuerpo, que William Harvey descubrió en el siglo XVII y la circulación pulmonar que Miguel Servet, descubrió un cuarto de siglo antes. Estos pictogramas fueron analizados y se determinó que tenían al menos 500 años de antigüedad. También es llamativo el nivel de armonía social del pueblo Dogón; viven en total armonía social y en sus aldeas no hay crímenes, ni suicidios, ni robos. Para ellos, la vida tiene carácter sagrado, de modo que cualquier conflicto se soluciona en forma pacífica.
Otro dato interesante y que aumenta el misterio del pueblo Dogón, es que el que se consideraba el idioma más antiguo de Europa, el Eusquera,
tiene sus raíces en el lenguaje hablado por los Dogón del desierto de Mali. El
filólogo Jaime Martín Martín, licenciado en Filología Románica por la
universidad Complutense, ha sido el encargado de desarrollar este estudio en el
que se ha realizado una comparación léxica y estructural del idioma, demostrando
que el orden de las palabras en la frase es idéntico.
“Hablamos de que un 70% del total de palabras son comparables, por
ejemplo bede/bide (camino en dogón y euskera, respectivamente); soro/soro
(tierra agrícola); beri/bero (caliente); gara/garai (alto); bana/banandu
(separar); gogoro/gogortu (aferrarse); kwiye/kuia (calabaza); pipilu/pipil
(capullo); togi/toki (lugar); kose/gose (hambre). También encontró palabras en
euskera compuestas por dos vocablos dogón, como "senide" (hermano),
que en dogón es "sani de". Además, observó una mayoría de vocablos
que eran más antiguos en dogón que en euskera. (La taberna del monte Aventino.
Dogón, en las faldas del Pirineo
No es una cuestión de poca monta, resulta que este pueblo que fue "descubierto" apenas en 1931 da cuenta de un conocimiento astronómico imposible, tanto para el nivel de desarrollo tecnológico de su civilización, como imposible para el momento histórico y el nivel de conocimiento que tenía la ciencia tradicional sobre el cosmos en general y sobre el sistema triple de Sirio A, Sirio B y Sirio C en particular. Entonces surge la explicación de la arqueología tradicional...."ese conocimiento fue adquirido luego del contacto con los primeros antropólogos y arqueólogos occidentales en 1931 y de misioneros que trabajaban por evangelizar el África antes de 1931". Si esto fuera cierto, ¿cómo explicar que los Dogón supieran tantas cosas, que incluso eran totalmente desconocidas para la ciencia convencional de 1931?.
Veamos un paralelo entre lo que conocían los Dogón y cuando la ciencia moderna descubrió lo mismo.
Paralelo entre el conocimiento astronómico de los Dogón y el saber científico convencional. Fuente: Planeta Matrix Illuminati |
Esperemos que algún día la ciencia convencional se adentre en serio a investigar este misterio y podamos resolver la incógnita del pueblo Dogón.
Wikipedia. La Enciclopedia Libre. Los Dogón http://es.wikipedia.org/wiki/Dog%C3%B3n.
La taberna del monte Aventino. Dogón, en las faldas del Pirineo
http://latabernadelmonteaventino.blogspot.com/2013/04/dogon-en-las-faldas-del-pirineo.html
Camilo Valdivieso. El Misterio de los Dogones. http://www.aforteanosla.com.ar/Colaboraciones/chile/articulos/valdivieso%20dogon.htm
Misterios al descubierto. Los Dogon.
Biblioteca Pléyades. Javier Sierra y Manuel J. Delgado. Artículo aparecido en la revista Año Cero
Muy interesante Spain. Los Dogones y el enigma del sistema planetrario Sirio
Biblioteca Pléyades. El fenómeno de Anton Parks.
Biblioteca Pléyades. Esperanza Carrasco y Alberto carramiñara Alonso. Diario Síntesis. Sirio B: una estrella enana blanca.
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